La
Necrofilia es la Atracción que siente una persona hacia la muerte y hacia todos
los aspectos relacionados con ella. (se considera una Conducta sexual de la
persona que tiene relaciones sexuales con cadáveres humanos).
El origen del término parece ser la obra
escrita en 1886 por el psiquiatra alemán Krafft-Ebing Psychopathia Sexualis
(«psicopatía del sexo»).
De
lo anterior se deriva que la necrofilia es "ocasional" cuando alguien
con tendencias necrofilias coincide con un cadáver que le atrae y hace lo que
puede con él por las vía natural o anal. Es "SÁDICA" cuando primero
mata a la víctima para copular post-mortem con el cadáver. Si la víctima
primero es asesinada y posteriormente violada, el acto en sí constituye un
sadismo extremo, siendo el objeto sexual un fetiche. Si el cadáver es violado
directamente eso implica que la patología es un trastorno profundo de la
personalidad y frecuentemente de la percepción del mundo de parte del agresor,
en quien es común que se aloje una psicosis o algún otro tipo de trastorno
mental grave.
Los
necrófilos corren riesgos considerables al desenterrar los cadáveres de sus
tumbas, pues se arriesgan al contacto con focos de infección bacteriológica y
flora/fauna cadavérica. Existe en estas personas una tendencia a buscar empleos
en los necrosomios o funerarias que les den una posición en que puedan
practicar su parafilia sin demasiado riesgo a la exposición frente a la
sociedad.
Consentimiento
El
acto sexual con cadáveres generalmente está considerado como algo socialmente
inaceptable; se presume que la persona no habría consentido ese acto cuando
estaba viva. Virtualmente todas las sociedades humanas consideran este acto
como una falta de respeto simbólica. En algunos casos sin embargo, los actos de
necrofilia pueden ser consensuales, por ejemplo en el caso de Armin Meiwes en
el que la víctima dio su consentimiento a la mutilación y muerte infligidas
hacia él.
¿Sabias que?
¿Sabias que?
Un
caso de necrofilia ha conmocionado Estados Unidos. Esta historia se remonta a
1982 cuando una joven de 19 años fue asesinada por un vendedor y fue atacada en
la puerta de su casa cortándole la yugular con un cuchillo. El asesino fue
capturado y acusado de homicidio agravado y violación sexual y fue condenado a
muerte, pero él siempre negó haberle ultrajado a su víctima.
26
años después en el 2008 gracias al avance de la ciencia Forense un examen de
ADN logró determinar que el semen encontrado no era del asesino sino de un
trabajador de la morgue del estado de Hamilton, quien admitió que tuvo sexo con
el cadáver de la muchacha asesinada.
Con
absoluta sangre fría el necrófilo de la morgue reconoció que no solo había
tenido sexo con el cadáver de la joven asesinada sino que lo había hecho con
dos mujeres más.
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